El Departamento de Energía de los Estados Unidos entrego oficialmente un préstamo de $529 millones, con lo cual Fisker Automotive se encargará del desarrollo y reequipamiento de una antigua factoría de General Motors. Otra de las cosas que se ha anunciado hará Fisker es terminar con su proyecto del carro sedán Karma, el que entra en la categoría de “plug-in”. La mayoría de los fondos serán destinados al conocido como proyecto “Nina”, el que marcará la base de los modelos plug-in de la compañía.

La antigua planta que hacía a modelos de Pontiac y Saturn, comprada por Fisker a GM, será retocada de tal manera que se asegura comenzará a producir a los nuevos modelos del fabricante, de esta forma la planta Wilmington entregará carros de última generación de tipo Plug-in por un costo cercano a los $40,000.

La reapertura de la fábrica importa bastante al Departamento de Energía de los Estados Unidos, pues más allá de incorporar un nuevo vehículo híbrido, dará trabajo a 2000 personas.

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