Ford B-Max 2013, un invento que causa sensación

El sueño de todo diseñador de automóviles es eliminar el llamado “pilar B”, aunque no siempre se puede conseguir, convirtiéndose con ello en la fachada exclusiva de unos pocos modelos, como son los coupé. Para quienes no lo reconozcan, el pilar B es el que está justo al costado del conductor y copiloto, aquel donde se enmarca el final de la ventana y marco de la puerta precisamente.

Eliminar este detalle, que parece meramente estético, nos entrega mayor espacio interior, una vista más aerodinámica externamente y más facilidad en la entrada y salida del vehículo. No obstante las ventajas obvias y la belleza conceptual que supone la eliminación del pilar B, la realidad nos dice que es más problemático que otra cosa cuando evaluamos la protección ante colisiones, volcamientos y otros.

Producto de lo anterior es que nos hemos “impresionado” de saber que el diseñador en jefe de Ford Europa, Martin Smith, ha recibido instrucciones directas de Klaus-Peter Tamm (ingeniero jefe), para eliminar el pilar B de todos los modelos Fiesta y B-Max que se produzcan desde ahora.

Como lo dijimos más arriba, la idea de Ford es hacer que dos de sus modelos más prácticos y conocidos innoven en lo que significa espacio interior, facilidad de acceso y diseño, por tanto es un requisito casi insalvable el contar con puertas traseras correderas (deslizantes al carecer de pilar B), lo que incrementará el peso de los vehículos al implementar un nuevo sistema y obligará a que se refuerce el chasis.

El resultado del cambio de diseño de modelos como el Ford B-Max es notorio, atractivo y eficiente, pues a primera vista permite la modificación que una van común y corriente parezca un hatchback de cinco puertas de gran envergadura. Este vehículo que tiene 160.5 pulgadas de largo y un ancho de 98 pulgadas (lo mismo que el Fiesta), no podrá ser comercializado en el mismo segmento que el resto de vehículos del mercado, pues su arquitectura y capacidades difieren de su pares naturales.

Uno de los puntos fuertes de la iniciativa, al menos para Europa, es que innovará de buena forma la eliminación del pilar B a favor de quienes tengan un desplazamiento limitado, ya sea por edad o invalidez.

De acuerdo a lo concluido por los ingenieros de Ford, el problema con el B-Max no era tanto el eliminar el pilar B, sino más bien el saber qué pieza sustituir para conseguir la estabilidad que necesita el vehículo y obtiene de ese pilar. Es así como Ford pensó que lo mejor sería incluir el pilar B en las mismas puertas, las que al estar cerradas contribuirán a la estabilidad de la carrocería toda con acero de alta resistencia.