Consumo urbano y de carretera de un vehículo
Las diferencias entre tránsito pesado y liviano son esenciales a la hora de evaluar el consumo de combustible y desempeño del vehículo.
Contrariamente a lo que el sentido común nos induce a pensar, los vehículos automotores sufren mayor desgaste y consumen mayor cantidad de combustible al ser conducidos por la ciudad antes que por la carretera.
Para entender este concepto tendremos que definir un par de conceptos:
Servicio de tránsito liviano
Es el servicio en el cual el vehículo se desplaza con un mínimo de desgaste, un mayor rendimiento de combustible y máxima eficiencia, entendiendo el rendimiento como la cantidad de kilómetros por galones que nos suministra el vehículo.
Para poder alcanzar este punto es necesario conocer la velocidad crucero del vehículo, la misma que es recomendada por el fabricante; la velocidad crucero es aquella en la cual el vehículo es capaz de entregarnos su máxima eficiencia con el menor consumo de combustible; Como referencia podemos señalar que la velocidad de crucero por lo general se encuentra en la última marcha de velocidad del automóvil y a un aproximado de un cuarto de las revoluciones por minuto máximas que es capaz de generar el motor.
Servicio de tránsito pesado
Es el servicio en el cual el vehículo resulta incapaz de brindarnos el mínimo desgaste, el mayor rendimiento de combustible y máxima sin eficiencia, esto puede deberse a multiplicidad de factores, aunque destaca en cuanto al tipo de conducción los siguientes:
- Frecuentes paradas del vehículo
- Frecuentes arranques del vehículo
- No alcanzar la velocidad crucero por tiempos considerables
- El tráfico
- Los semáforos
- Cruce de peatones y vehículos menores
Se hace evidente que esos factores en su mayor parte se hacen concurrentes durante la conducción en ciudad y no en carretera, de lo que se deduce que el tránsito pesado es aquel que se lleva a cabo al interior de las ciudades y el tránsito liviano aquel que se realiza en carreteras despejadas en las cuales es factible alcanzar la velocidad de crucero recomendada por el fabricante. Ahorra combustible, el planeta te lo agradecerá.