Scion FR-S 2013, mediocridad con diseño deportivo

Una de las primeras cuestiones que recogemos del trabajo desempeñado por Subaru y Toyota es el gusto por intentar revivir la gloria de los vehículos con tracción trasera tipo coupé, y si eso es así, entonces ¿Por qué Scion saca una versión automática? Para muchos de nosotros eso no tiene explicación, aunque es una realidad que no admite prueba en contrario. Ante la prueba que se hizo del modelo Scion FR-S 2013 automático nos dimos cuenta que es realmente un muy buen vehículo, pero no un deportivo.

Lo primero que se preguntarán los seguidores de Toyota es si esta versión es o no más rápida que el símil que ha desarrollado Subaru, la respuesta es “no, no lo es”. El problema que tiene esta edición está en el sistema de transmisión que se le ha montado, aunque es eficiente en la administración de la aceleración. Si comparamos el gasto de combustible en ambos modelos (automático y manual) nos damos cuenta que las diferencias no son demasiadas, y ello se debe principalmente a que comparten prácticamente la misma mecánica y relación de cambios.

En la aceleración hasta las 60 Mph el manual es 1.7 segundos más rápido, mientras que en el cuarto de milla supera a la versión automática en 1.4 segundos (con 5 mph de diferencia). El agarre y el frenado es prácticamente el mismo en cualquier edición del FR-S del que hagamos referencia. En lo que respecta al peso, el modelo automático es apenas 100 libras más pesado que el mecánico, aunque su índice EPA en carretera es de 28mpg.

Conducir un Scion FR-S 2013 automático

Mientras el computador interno del vehículo controla el paso de los cambios, el ahorro de combustible hace que la emoción que esperaríamos tener en este modelo jamás llegue a ser tal, eso hasta que cambiamos las opciones a “sport” e inmediatamente el convertidor de torque hace su trabajo con precisión, al punto de seleccionar la mejor de las marchas respecto de la potencia que estamos exigiendo del vehículo.

Lo que queda del Scion FR-S 2013 es prácticamente idéntico al resto de modelos que se comercializarán mundialmente, sobre todo por el hecho de que Scion no ofrecerá opciones de ningún tipo (ni para mejorar el rendimiento ni la comodidad). El volante está adornado solamente con levas para hacer los cambios y control crucero, no existen botones para controlar la radio ni nada por el estilo.

La suspensión del vehículo es bastante flexible, aunque no lo suficiente como para evitar aislar del todo la textura del camino del habitáculo principal.

El resumen que podemos hacer de la experiencia que nos deja este Scion FR-S 2013 automático es que se trata de un vehículo bueno, pero definitivamente muy por debajo de lo que se esperaba de él (al menos en la entrega Scion).

El modelo Scion FR-S automático cuesta un poco más que el manual ($1,100), lo que ratifica la misión que cada uno tiene para con el mercado al que se enfrenta.