Ford anunció hoy que aumentará la oferta de motores EcoBoost a tres unidades antes de que termine el 2010, incluyendo la actual versión de tracción trasera que se comercializa. Los americanos decidieron aumentar el objetivo de comercialización de estos propulsores, por ello pasaron de 1.3 millones a 1.5 millones de vehículos al 2013 en Estados Unidos.

Ford estableció como ideal el poder entregarle al 90% de los americanos un motor con sistema EcoBoost, los que se organizarían de la siguiente forma:

  1. EcoBoost 1.6 litros
  2. EcoBoost 2.0 litros
  3. EcoBoost 3.5 litros

El EcoBoost de 1.6 litros es el mismo que debutó para el C-MAX, aunque es un candidato para otras plataformas de tamaño medio como el Ford Fiesta, Focus, entre otros. La versión 2.0 litros está considerada para modelos como la Ford Explorer o el Ford Edge, carros que obtendrían con este propulsor EcoBoost un rendimiento superior en el uso del combustible; los modelos que monten este motor no será más económicos que el resto, pero poseerán una cantidad de 230 caballos al mismo consumo que la competencia (más potencia por el mismo uso de combustible).

El EcoBoost 3.5 litros que actualmente se comercializa está para cosas grandes, moviliza a la Ford F-150 y continuará con una nueva gama de vehículos para el 2011, los que tendrán la característica especial de gozar de un motor V6 de 3.5L con la capacidad de un V8 fuera de serie.

Ford disminuirá el peso de sus carros en el 2011

Ford está absolutamente convencido de que es posible economizar aún más combustible, para ello se ha empeñado en disminuir el peso de sus carros al punto de hacerlos perder entre 250 a 750 libras cada uno, eso considerando aligerar los materiales, el motor con la versión EcoBoost y la transmisión que ahora es una PowerShift.

Nueva tecnología Start/Stop para los carros de Ford

Reducción del peso, cambio de los propulsores y Ford sigue pensando que puede hacerlo mejor, por ello se ha propuesto equipar con el sistema Start/Stop al 20% de sus autos fabricados para el 2014. Este cambio puede significar una reducción en el uso del combustible de hasta el 5%, así como también en la cantidad de emisiones contaminantes.

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